Orar por un enfermo puede tomar las formas más creativas e inimaginables que algún sidur puede contener.
Cuando nuestra hija quedó internada por un accidente doméstico escribimos urgente a varios amigos pidiendo oración. Al instante, una gran cantidad de personas se pusieron a disposición de ésta labor espiritual. La manera en que cada uno abordó su compromiso nos enseñó sobre las formas creativas que existe para orar por los enfermos.
Aquí enumeramos algunas formas que escuchamos en este tiempo y que, sin duda, puede ser una guía para aplicar por aquellos que están necesitando de su oración.
1. Corre a un lugar de oración exclusivo
Ud. puede rezar desde su casa pero tomarse un colectivo y dirigirse al kotel o a su comunidad para orar es una demostración de su entera voluntad por lo que está pidiendo.
2. Utiliza las letras del nombre como guía
Puede proponerse el cumplimiento de un precepto que comience con la inicial de la persona que requiere de su oración. Por ejemplo: Si el nombre de la persona es Sara y su letra inicial es “Shim” puede recitar el Shema de la noche en mérito de ella. También se puede tomar las letras del nombre (Ej: “shim”, “reish” y “hei” = SARA) y leer del Salmo 119 los párrafos que corresponden a su letra.
Dios nos prueba para que encaminemos nuestros actos, cumpliendo preceptos y leyendo salmos, en mérito de quien necesita algún tipo de salvación, estamos demostrando que hemos entendido la lección y que nuestros actos son más fuertes y positivos que antes.
3. Haz un voto
No nos está permitido hacer votos a la ligera. Pero llegado el caso que la prueba sea grande y nuestra alma este desfalleciendo podemos hacerlo. Un amigo nos escribió lo siguiente: “Haré voto de que si todo sale bien cuando se reconstruya el templo llevaré un kovan shlomi”. Esto no solo es una promesa válida sino que lleva una carga de confianza y esperanza en Hashem, que enviará su Mesías y el templo será reconstruido muy pronto y en nuestros días. ¿Cómo Dios se negará a obrar a favor de aquel que cree y anhela Su Palabra?
4. Transformate en un recluta
Compartir los problemas no solo alivia la carga sino que involucra a otros al trabajo espiritual de la oración permitiendo a más personas conectarse con lo divino. Este reclutamiento no tiene fronteras geográficas y religiosas. Un amigo pidió oración a diferentes personas y comunidades del mundo, judíos y no judíos. Diversos mensajes empezaron a llegarnos: Una lejana sinagoga comprometió a sus mujeres a leer Salmos; una señora mayor, que no conocemos, nos dijo que recitaría de memoria todo el libro del Tehilim a favor de su sanidad; otros se dirigieron al kotel y dejaron su pedido en papel.
5. Canjea favores por oración
Una buena acción como ayudar a una persona a llevar las bolsas de supermercado puede ser una oportunidad para pedirle en forma de agradecimiento una oración a favor de quien lo necesita. En general la persona se verá conmovida y su oración será más fuerte y genuina.
La oración de cada uno, en sus diversas formas, fue para nosotros un regalo de arte creativo e invaluable.
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